sábado, 7 de noviembre de 2015

David Harvey Las permanentes crisis del capitalismo desde 1929 y El emprendedor en la economía de mercado

Noticia, David Harvey Las permanentes crisis del capitalismo desde 1929 - 20/10/2015 18:15:39

"Por Álvaro Cepeda Neri*
I.- "El capitalismo nunca caerá por sí solo. Habrá que derribarlo. La acumulación de capital no cesará de por sí, sino que habrá que interrumpirla. La clase capitalista nunca cederá voluntariamente su poder, sino que habrá que arrebatárselo". Escribe David Harvey, autor de: El enigma del capital y las crisis del capitalismo, citando la lapidarla frase del multimillonario capitalista Warren Buffet: "Ciertamente hay una guerra de clases; pero es mi clase de los ricos, la que está ganando". Y en ocho capítulos nos cuenta esa historia sin final a la vista: El terremoto. Cómo se reúne el capital, El capital busca trabajo, El capital acude al mercado, La evolución del capital, La geografía cambiante del capitalismo, Destrucción creativa del territorio; y dos preguntas: ¿Qué hacer? y ¿Quién lo va hacer? Tiene un apéndice cronológico de las principales crisis del capitalismo de 1973 al 2009; otro sobre: Innovaciones financieras y auge de los mercados de derivados en Estados Unidos de 1973 al 2009, y una sección de fuentes y lecturas recomendadas. También es autor de: El nuevo imperialismo; Espacios de capital; Ciudades rebeldes y, París, capital de la modernidad. Pero su: Breve historia del neoliberalismo es una joya de investigación y crítica al sistema económico que ha impulsado a la globalización con sus fisuras por el enfrentamiento a punto de estallar entre ricos y pobres. Este choque "ha suscitado zozobra y revueltas tales que hasta el FMI ha tratado de advertir a los gobiernos más inclinados hacia la derecha de que corren el riesgo de provocar una importante rebelión social".
II.- David Harvey nos ofrece un muy racional examen del capitalismo, sus capitalistas y los flujos del capital que "si se ve éste frenado o, peor aún, si se interrumpe o bloquea, nos encontraremos con una crisis del capitalismo en la que la vida cotidiana no puede proseguir de la forma acostumbrada". Algo de eso está pasando con la circulación del capital, y las economías han tenido que apurar sus reformas con "programas de ajuste estructural", y los bancos centrales "inundando sus economías… con exceso de liquidez, con la esperanza de que… sean capaces de curar una enfermedad que exige diagnósticos e intervenciones más radicales". Tras las crisis de 1973 y 2008 ,ésta "sin duda, la madre de todas las crisis",, está el desastre griego escoltado por las crisis de España, Portugal, Irlanda e Italia de la Europa controlada por la férrea mano nazi alemana de la Merkel. Y las de Argentina, Brasil, Venezuela y Chile, que lidera México (rescatada por el préstamo clintoniano 1994-1995). Todas han sacudido desde 1929 (John K. Galbraith: El Crac del 29), a este sistema económico asido al libre mercado; que combate a sus críticos y con represiones violentas a las protestas-revueltas contra la austeridad social. La acumulación sin final del capitalismo crea las desigualdades, porque "debe reconocerse… que no es lo mismo desarrollo que crecimiento" y el crecimiento económico es lo que ocupa y preocupa al capitalismo.
III.- Otra vez el capitalismo-capital-capitalistas está al borde de una gran crisis general-globalizadora; y los devastadores financieros-banqueros precipitan otra crisis sobre la inconclusa del 2008; por lo que sin un "crecimiento del 3 por ciento anual, algo que se acepta empírica y convencionalmente como condición necesaria para su funcionamiento satisfactorio, el capitalismo se está haciendo cada vez menos sostenible". Con más síntomas de agotamiento, el sistema está en la mira de la lucha de clases entre los multimillonarios, millonarios y ricos contra los pobres: trabajadores, campesinos, migrantes, empleados, jornaleros, mineros, indígenas quienes ,según el autor, están en el umbral de "la absoluta necesidad de un movimiento anticapitalista revolucionario cuyo objetivo fundamental debería ser asumir el mando social sobre la producción como sobre la distribución de los excedentes… Un movimiento político así, social, puede iniciarse en cualquier parte".
Ficha bibliográfica:
Autor: David Harvey. Con traducción de Juanmarí Madariaga
Título: El enigma del capital y las crisis del capitalismo
Editorial: Akal.-2012


*cepedaneri@prodigy.net.mx
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Interesante, El emprendedor en la economía de mercado - 27/01/2013 10:00:54

"Los muchos trabajos del emprendedor, incluyendo su responsabilidad social, presuponen la fuerza para manejar una compañía en un proceso continuo de decisiones mayores y menores, frecuentemente tomadas en condiciones de incertidumbre y con información incompleta.
Debe encontrar combinaciones innovadoras de los factores de la producción, administrar el personal y mantener el control de la compañía. Su responsabilidad por el bien común también incluye la aceptación de la asociación social y con ella el reconocimiento de los sindicatos independientes no sólo como una molestia sino como un socio necesario. Las calificaciones de emprendedor y las cualidades de liderazgo definen al emprendedor, no la propiedad o la riqueza.
Por PETER WERHAHN
Visiones parciales sobre la acción del emprendedor
La literatura sobre este tema provee algunas respuestas contradictorias y en cierto modo confusas. Tampoco el famoso "hombre de la calle" tiene una imagen clara en su mente de qué es o qué hace un emprendedor. La razón de esto es que la función principal del emprendedor es tomar decisiones e implementarlas. Estos son procesos abstractos que los de afuera no pueden observar. Por lo tanto, la mayoría de las personas se sujetan a hechos concretos y tienden a pensar del emprendedor como un proveedor de capital, el "capitalista" que con su capital funda una empresa y la mantiene viva.
Esta es una visión errónea. Sólo tenemos que pensar que un emprendedor puede fundar una compañía y manejarla con dinero prestado, es decir con capital ahorrado por otros. Lo que interesa para el papel de emprendedor no es que tiene capital, ya sea propio o de alguien más, sino lo que hace con ese capital. Entonces la interpretación "capitalista" de su papel es evidentemente incorrecta.
Otros han tratado de entender el papel del emprendedor partiendo de la base de que él provee empleo. Se le ha descrito brevemente como "empleador" o "patrón". Pero esto tampoco encierra su papel específico; después de todo los doctores, abogados y científicos también emplean ayudantes y por lo tanto también son patrones. La más conocida y correcta definición del papel del emprendedor fue dada por Schumpeter que describe al "emprendedor creativo" como alguien que, por medio de nuevas combinaciones de los factores de la producción, crea innovaciones y hace posible el crecimiento económico. Esta definición tampoco es exhaustiva.
No todos los emprendedores son creativos en el sentido de Schumpeter. Aunque debemos recordar que la suma de muchas pequeñas innovaciones, las cuales pueden ser técnicas organizacionales, o comerciales (métodos de mercado), de hecho contribuyen al desarrollo económico.
El nacimiento de la gene-tecnología en la economía
Por supuesto que se impone una importancia especial a las innovaciones espectaculares y a menudo de gran riesgo que una y otra vez proveen el impulso para un crecimiento acelerado de la economía. Hace cien años fue el uso de la electricidad y la química, y más recientemente hemos visto la transición de sistemas mecánicos, eléctricos y electromecánicos a sistemas electrónicos que salieron junto con una miniaturización y la evolución del "software". Con mayor detalle podemos recordar la importancia global de los plásticos en los años 40, los transistores y la electrónica en los 50, en los años 60 vinieron las primeras generaciones de computadoras y desde los 70 ha habido un gran desenvolvimiento en el campo de los microprocesadores. Nuestra década presente parece estar atestiguando el nacimiento de la "gene-tecnología" en la economía que llevará a cambios revolucionarios en la industria de los alimentos entre otras.
El emprendedor debe vivir con el riesgo
Tales innovaciones fundamentales por las cuales los descubrimientos técnicos se trasladan a la producción económica y al mercadeo son importantes, pero ellas no son la única actividad emprendedora posible. Además, las grandes innovaciones a menudo requieren de un gran capital y llevan un gran riesgo. Muy fácilmente y muy a menudo el innovador original se encuentra en grandes dificultades económicas. Un proverbio americano dice "el pionerismo no paga". El emprendedor debe vivir con el riesgo. Esto no es sólo en la teoría sino también en la práctica.
Definiciones negativas sobre el papel del emprendedor
Las definiciones que dimos del emprendedor, unilaterales pero positivas, están en contraste con las aseveraciones agresivamente negativas de acuerdo a las cuales el emprendedor no es más que un parásito que explota su posición de tal manera de apropiarse para sí mismo ganancias que no merece. Desde este punto de vista, el proceso económico entero es un juego de cero ganancia en el cual cada participante trata de ganar lo más posible a expensas de los otros jugadores y en los cuales el emprendedor, se dice, tiene una posición privilegiada. Tal enfoque deja fuera completamente el proceso de crecimiento en el cual el emprendedor es la fuerza motriz para el desarrollo económico.
El papel real del emprendedor
¿Cuál es entonces el papel real del emprendedor? No hay una respuesta simple. Todo depende del sistema de valores sociopolíticos en los cuales debe jugar su papel.
Por supuesto que él es responsable de su propia conciencia moral por sus actos y su propia interpretación de su papel, pero al mismo tiempo se ve influido por, y aún dependiendo de, el sistema de valores que prevalecen en la sociedad en la que trabaja. Sin embargo, hay algunos criterios importantes que se aplican al papel del emprendedor en cualquier sociedad libre.
La economía de mercado descansa fundamentalmente en el principio de la rentabilidad para la empresa individual; un principio que es esencial para la acción emprendedora. La rentabilidad es lo que quería decir Götz Briefs cuando definió la tarea del emprendedor como la de mantener los costos y los precios bajo control y en proporción. Esto significa que él debe -algo egoísta- buscar una ganancia. La ganancia, adquirida por métodos correctos, es la vara con la cual se mide la acción emprendedora. La desmonetización de la ganancia, que los socialistas han desparramado, no entiende la importante función de las ganancias en el interés del bien común. Sólo las ganancias permiten al emprendedor asegurar la continuidad de su empresa y arriesgarse a nuevas innovaciones para generar crecimiento.
Nosotros podemos entonces entender por qué el conocido líder sindical americano Samuel Gompers dijo en una ocasión: "el mayor crimen que un emprendedor puede cometer es no obtener utilidades".
También debería recordarse que lo que popularmente se llaman utilidades consiste de tres diferentes elementos: primero, el interés normal del capital invertido, luego los sueldos a los cuales el emprendedor tiene derecho por su trabajo y finalmente, el remanente que representa la utilidad real de la compañía. Este remanente fluctúa y representa la recompensa real de la acción exitosa del emprendedor.
La envidia, una razón considerada en la crítica a las utilidades
Si a pesar de esto, las utilidades son a menudo criticadas y desacreditadas considerándolas inmorales, entonces aparte de la ignorancia concerniente a la naturaleza y función de las utilidades, el motivo de envidia juega ciertamente un papel muy importante. En su libro sobre el tema de la envidia, Helmut Schoeck va hasta la descripción de la envidia como la raíz de todas las teorías económicas socialistas igualitarias. Es un principio guía de la llamada economía del bienestar social enfocar al nivel más bajo de la envidia por el mayor número posible de individuos. Esto, sin embargo, contradice la naturaleza humana la cual siempre y bajo todas las circunstancias encontrará causa para la envidia.
Las utilidades son sólo uno de los componentes de la maximización de la empresa
A veces se dice que el maximizar las utilidades es el motivo más importante de la acción emprendedora. La verdad es diferente. Ciertamente no es posible eliminar las utilidades, pero esto no es el último, ya no digamos el único, resorte que activa al emprendedor. El está motivado por el placer de la creatividad, sentido familiar, un deseo de tener una posición fuerte en el mercado y un prestigio social. Aun cuando los emprendedores buscan las utilidades, en su mayoría, ellos están en primer término preocupados por conservar la empresa. Esto requiere de un pensamiento a largo plazo y algunas veces de frenar la maximización de las utilidades a corto plazo. Es bien sabido que unas utilidades excesivas obtenidas por ventajas competitivas efímeras atraen la competencia y por lo tanto reducen las oportunidades de utilidades futuras. El emprendedor sabio se preocupa no sólo por una maximización momentánea de las utilidades, sino por una maximización de la situación total en la cual las utilidades son sólo "uno" de los componentes.
El Estado debe proveer leyes contra los carteles y los monopolios
No se puede negar que existen las utilidades injustas. Estas surgen cuando los emprendedores se deciden a violar las reglas de la competencia leal. Para evitar esta práctica, el Estado debe proveer leyes contra los carteles y los monopolios. Las ganancias injustificadas también surgen cuando el Estado adopta medidas que impiden la competencia, tales como la de expedir licencias o por la introducción de cuotas o concesiones por medio de las cuales las compañías así favorecidas pueden obtener ganancias monopolísticas.
La función cultural de asegurar el bienestar
Para que un emprendedor tenga éxito necesita el don de la combinación creativa, poderes de imaginación realista, un talento para coordinar y energía. El puede hacer uso rudo, individualista de sus habilidades o bien, emplearlas en una manera socialmente responsable.
Aún un emprendedor duramente individualista puede servir al bien común al tener éxito y por lo tanto contribuir al bienestar material de la sociedad. Los liberales de corazón, en el sentido clásico tales como Friedman, aún consideran inadmisible el uso de las utilidades para fines sociales. La única responsabilidad social en la economía que él admite es la de incrementar las ganancias a través del uso correcto de los recursos. Este tipo de emprendedor alienta la caricatura del jefe egocéntrico cuyo único motivo son las utilidades y que se enriquece a sí mismo a costa de sus empleados y consumidores.
El aspecto humano de la actividad económica debe ser tomado seriamente en cuenta para el bienestar de todos, por lo que se ha de rechazar el concepto de considerar empresario a quien sólo busca el éxito económico.
Friedman y aquéllos que piensan como él, no entienden que aunque la economía es un sistema racional con sus propias leyes, está sin embargo inmersa en un contexto cultural amplio. Los emprendedores deben entonces actuar en tal forma de obtener el propósito de la economía la cual, citando a Werner Sombart, es la "función cultural de asegurar el bienestar". El aspecto humano de la actividad económica debe ser tomado seriamente para el bienestar de todos. El decir esto es rechazar el concepto del emprendedor total que sólo puede pensar en términos de éxito económico, que no tiene tiempo libre para su esposa, sus hijos, para la belleza, para la religión…
Una empresa es una entidad social y es parte del trabajo del emprendedor el tratar y hacer posible para aquellos que trabajan para él considerar a la empresa como una parte de su vida. Esto es a menudo muy difícil debido a la objetivización técnica de muchas de las cosas que se hacen en la empresa y la enajenación que surge de su organización. El lema de "Man in Enterprise" (Hombre en la empresa) que se usó hace algunos años, muestra que las ideas asociadas con este lema se han convertido en parte de la visión del emprendedor moderno de su papel. Más aún, ha emergido de estudios sociológicos que aquellos que favorecen los métodos autoritarios de mando son realmente una minoría entre los emprendedores.
Los administradores: la función emprendedora es independiente de la propiedad
Es aconsejable y aún en muchos casos deseable que aquellos que están siendo guiados deban tomar parte en el proceso que lleva a las decisiones de la cabeza. Las precondiciones de un buen trabajo de equipo son, que todos los que trabajan en una empresa deberían estar informados y entrenados y deberían aportar sus propias ideas. El trabajo de equipo no está en conflicto con la necesidad de que el emprendedor debe ser el responsable de la operación económica de la empresa. El administrar una empresa es la quinta esencia del trabajo de un emprendedor. Esto requiere un concepto claro para motivar a aquellos que trabajan con él. No es papel del Estado salvar a emprendedores que fallaron y a sus empresas. El Estado no es un taller de reparación de emprendedores fallidos. Hemos visto anteriormente que el papel del emprendedor no presupone que él sea al mismo tiempo el dueño o capitalista.
La función emprendedora es bastante independiente de la propiedad. En compañías grandes esto significa una distinción muy estricta entre la función del emprendedor y la de los accionistas. Los administradores que pudieran ser definidos como emprendedores bajo mandato de los propietarios, ya sean ellos proveedores de capital privados o estatales, difieren sin embargo de los emprendedores-dueños en un punto importante: no les importa mucho quién sea el dueño de la empresa, es decir puede ser una empresa estatal.
Mientras que el Estado maneje "sus" empresas dentro del marco de la economía de libre mercado, esto no importa. Hay sin embargo el peligro constante de que el Estado abuse de "sus" compañías con el propósito de una intervención dirigista u otorgándoles concesiones especiales.
Los administradores nombrados por el Estado no se van a oponer a esa intervención puesto que el hacerlo no sería en beneficio de su interés natural. A este grado entonces el emprendedor bajo mandato ofrece menor garantía para la continuación de un sistema económico de mercado que la del emprendedor,dueño. Es por eso que las políticas de los gobiernos de privatizar son bienvenidas.
El papel del Estado en el proceso económico
El papel apropiado del Estado en el proceso económico, cae en un campo diferente: debe intervenir donde el mercado falle y donde en el interés del bien común el proceso económico debe ser ajustado y el Estado debe hacerlo por medios que sean compatibles con el mercado, como lo definió Röpke. Esto es particularmente cierto en relación a la protección del enfermo, el débil socialmente, los niños y los ancianos. Esta es una característica específica de la economía de mercado social. Pero, siempre que sea posible el Estado debería, en su política social, ayudar a la población a ayudarse a sí misma de acuerdo con el principio de subsidiaridad evitando así una situación de total beneficencia que paraliza las funciones de la economía de mercado tan importantes para el bien común. No es el papel del Estado el salvar a emprendedores que fallaron y a sus empresas. El Estado no es un taller de reparación de emprendedores lesionados.
Escrito por PETER WERHAHN
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Información: Personalidad: Cómo construir tu propio criterio practicando 10 principios básicos. - 07/10/2015 11:44:13

 

Claves para el entrenamiento del pensamiento propio. 

Por David Criado.  

Iniciativa Vorpalina. 

 

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Hablamos por lo general de tener sentido común pero nadie habla de tener un sentido propio.

“Una vida sin reflexión no merece la pena ser vivida“  - Sócrates

 

criterio. (Del gr. κριτήριον, de κρίνειν, juzgar).

1. m. Norma para conocer la verdad. 2. m. Juicio o discernimiento.

 

La importancia de tener criterio propio

 

Hablamos por lo general de tener sentido común pero nadie habla de tener un sentido propio.

 

Todas las personas son de algún modo respetables pero no existe ninguna persona digna de admiración capaz de vivir de acuerdo a los principios de otra. Entender esto es la base de todo crecimiento personal y profesional: todo el mundo tiene un criterio ajeno, muy pocos alcanzan un criterio propio.

 

Las sociedades de consumo en masa tienen grandes ventajas a nivel de democratización del uso de servicios en aspectos como el acceso generalizado a la higiene, los alimentos, el transporte, la ropa, la seguridad o la educación. Pero estas grandes conquistas tienen también un alto coste. Uno de ellos es sin duda la progresiva anulación del criterio propio. Consumimos la verdad, lo que implica que en la mayor parte de casos no nos planteamos conocerla.

 

En una continua lucha contra la despersonalización del individuo y la anulación de sus facultades intelectuales, nos convertimos inconscientemente en consumidores (followers) de principios ajenos y no en generadores de principios propios. El rodillo suele ganar la partida en la mayoría de los casos.

Vivimos la mayor parte del tiempo condicionados por los moldes que aceptamos. La riqueza humana entonces se resiente al tiempo que nuestra capacidad relacional de generar valor se desvanece. La consecuencia directa es que perdemos progresivamente la capacidad de disfrutar la vida en todo su esplendor.

 

Por contra, y aún promoviendo constantemente en los medios de comunicación masiva y en nuestras relaciones un comportamiento que atenta contra el criterio propio, se dan dos continuas paradojas universales que llaman a la frustración:

 

En lo profesional nadie que yo conozca emplea ni apuesta por alguien que no tenga criterio propio.

Esto ocurre porque para cumplir cualquier objetivo laboral en el terreno altamente competitivo del libre mercado es necesario cuestionar lo que heredas para poder mejorarlo. Y es completamente imposible hacer esto sin criterio propio.
Porque tener criterio propio es tener la capacidad de examinar, digerir y organizar la realidad de todos para luego aportar tu propio valor consiguiendo que alguien te valore como único. Al margen de este apartado se encuentran aquellas empresas que anulan el criterio propio y que desde luego también existen pero que son en consecuencia incoherentes y poco competitivas.
Piensa sin embargo que incluso este tipo de empresas detestables -en las que yo también he trabajado- intentan cada día aparentar que sus empleados tienen criterio propio y de hecho sus procesos de selección valoran mucho esta capacidad, aunque solo sea para luego destruirla o poder manipularla. En cualquiera de ambos casos -empresas coherentes y empresas detestables- es un hecho que tener criterio propio es algo clave.

 

En lo personal nadie que yo conozco puede negar que le resulta más atractivo/a alguien con criterio propio.

Esto se cumple en los ámbitos de las relaciones de pareja, amistad y familia. Por lo que es más complicado encontrar pareja, amigos y que te quiera tu familia si no consigues tener un criterio propio.
Y esto ocurre porque las personas con criterio propio nos resultan apasionantes, retadoras, sorprendentes y nos hacen permanecer vivos y despiertos. Todo el mundo quiere quedar con alguien del que pueda aprender algo pero a nadie le apetece quedar con papagayos. Gustas más si claramente pareces que sabes lo que dices.

 

Por todas estas razones, solo un constante compromiso práctico con nuestra responsabilidad de cuestionar nuestras acciones y las de los demás, nos hace tener criterio propio. En este esfuerzo titánico radica la base de cualquier cosa admirable que logre un ser humano. Este artículo pretende arrojar un haz de luz sobre el increíble potencial que tiene la generación, construcción y entrenamiento del criterio propio. Comenzamos.

 

Las bases del criterio propio

 

“Hay dos maneras de difundir la luz: ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja“  - Lin Yutang

 

Denomino criterio propio al conjunto de asunciones básicas, principios en constante revisión y habilidades para poner en práctica esos principios y asunciones que favorecen la emisión de juicios respetables y la toma de decisiones genuinas.

 

Decimos que alguien es coherente cuando se atiene a sus juicios y decisiones y además cuando sus juicios y decisiones se atienen a sus principios. Por lo demás una persona coherente suele parecernos también una persona estable, digna de ser atendida o escuchada. Parece como si de algún modo liderarse a uno mismo fuera la única forma efectiva de que otros nos permitan liderarles.

 

En esta suerte de legitimación continua de nuestras acciones comienza la conquista de lo admirable. Porque el criterio propio ayuda a conquistar ese territorio perdido por la sociedad de consumo recuperando lo que denomino derecho de sitio. Esto es, la genuina facultad de todo ser humano para formular y actuar de acuerdo a su idea de la vida abrazando sus principios y de acuerdo a unos valores comunes y aceptados.

La expresión o pensamiento tranquilizador “le puse en su sitio” o “me puse en su sitio” son dos de las lecturas del derecho de sitio a través de las cuales nos creemos constantemente en la obligación de recordar a alguien “cuál es su sitio” o de demostrar “cuál es nuestro sitio“. En la práctica real, el derecho de sitio implica saber tanto tu sitio como el momento adecuado para dejar que otros lo visiten.

 

La construcción del criterio propio parte de este modo de una idea fundacional: Compartimos y nos agrupamos de acuerdo a valores comunes y aceptados, pero cada cual construye sus principios. Así, las personas con criterio propio tienen foco, prestan atención constante a sus principios y toman decisiones de forma autónoma e independiente. Y para ello, como ya hemos dicho, cuentan con un conjunto de asunciones básicas, principios en constante revisión y habilidades para poner en práctica.

En este artículo solo hablaré de las habilidades y las asunciones básicas necesarias para construir y entrenar el criterio propio. De construir luego tus principios y vivir de acuerdo a ellos, lector o lectora, ya te encargas tú.

 

Asunciones básicas para la construcción del criterio propio

 

A continuación comparto contigo las asunciones básicas que creo necesarias para comenzar a construir tu propio criterio en las diferentes áreas de desarrollo y crecimiento de tu realidad:

 

1. Sentido:

Trabaja por una causa, no por un aplauso.

 

2. Autoafirmación:

La autoafirmación es la formulación explícita del derecho de sitio. Consiste en valorar lo que uno es y no lo que otros tienen.

 

3. Persistencia:

Elige algo concreto, trabaja en ello de forma constante, insiste repetidamente, aguanta hasta el final y termínalo de forma que en un futuro tú te sientas orgulloso. Dice el maestro “eres lo que haces de forma repetida, de forma que la excelencia no es un fin sino un hábito”

 

4. Presencia:

Woody Allen suele decir en sus entrevistas que el 80% de su éxito ha consistido simplemente en estar ahí. Coelho nos recordó hace tiempo que lo que ahoga a una persona no es el hecho de caerse al río, sino el hecho de permanecer sumergido en él. Eres este momento, ningún otro. Lo que eres depende tan solo de lo que ahora haces.

Vive EN el presente PARA el futuro. Cada momento es único de forma que la muerte de alguien -pasado el duelo- no es algo triste; lo triste sería que esa persona no hubiera sabido vivir.

 

5. Aceptación:

Dice Jung “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”. Asume que no controlas todo. Te mueves en sistemas de relación complejos en los que tú tan solo eres miembro o parte. Trabaja desde tí para mejorarte y mejorar a otros. Ellos que trabajen desde sí mismos para mejorarse y mejorar a otros. De eso tú no eres responsable.

En el artículo 3 enemigos de la inteligencia humana señalábamos como uno de los más importantes confundir aceptación con resignación.

 

6. Responsabilidad:

Se consciente de tus facultades y responsable de tus actos. Solo puedes liderar aquello en lo que verdaderamente crees.

 

7. Autocrítica:

No hay valor en quien es invulnerable. Todas las estrellas caen sin excepción; imagínate los hombres.

 

8. Aprendizaje:

Dice Gracián “No hay maestro que no sea discípulo”. Esta máxima me acompañó siempre. No puedes saberlo todo y tampoco será nunca necesario.

 

9. Certeza:

En un instante de la película Peaceful warrior (Salva,2011), se recuerda que las personas piensan más de lo que saben y que la clave es centrarse únicamente en aquello que saben y no en lo que piensan. Vuelvo a escribir esta reflexión para que puedas leerla más despacio:

Las personas piensan más de lo que saben; la clave está en centrarse únicamente en lo que saben y no en lo que piensan. Pensamos de forma continua e insistente generando una gran cantidad de ruido, pero en el fondo sabemos la mayor parte de soluciones y cosas importantes. La clave del criterio propio radica en dejar que broten poco a poco estas certezas. No tenemos certezas, las construimos.

 

10. Compasión:

Tu criterio propio no tiene por qué vencer a otro. De hecho solamente será útil cuando se muestre en todo su esplendor respetando el momento y la voluntad de ser y hacer de otros. Comprender el estado de crecimiento de alguien consiste en respetar tanto tu criterio propio como para que no te resulte necesario imponerlo.

 

Habilidades para el entrenamiento del criterio propio

 

Para cada una de estas asunciones básicas recomiendo los siguientes entrenamientos:

 

1. Entrenar el sentido:

Cuando inicié mi actividad profesional al margen de las grandes compañías consultoras creé esta iniciativa y lo primero que hice fue crear mi sentido. La carta de navegación de la iniciativa es ese sentido. Trata de redactar el tuyo y ser fiel a él en tu realidad diaria.

No es necesario que siempre lo cumplas, tan solo que lo tengas como máxima de comportamiento para recurrir a él en caso de no saber cómo actuar o simplemente para evaluar una decisión que has tomado y saber si te has equivocado o no.

 

2. La autoafirmación:

En cada reto o problema que se te presente, procura buscar respuestas dentro y no dedicarte a recopilar información de fuera. Trata por tí mismo de hallar la causa última de esa situación.

La forma de entrenamiento más recomendable es la práctica de preguntas poderosas. La completa totalidad de los procesos de coaching están basados en descubrir este potencial y aprender a rentabilizarlo.

 

3. Entrenar la persistencia:

Sabes que eres capaz de hacer muchas cosas, no es necesario que vivas para demostrártelo. Simplemente elige algo concreto que se te de bien o que quieras y se fiel y constante con ello.

Los chapuzas no gustan a nadie, se paciente y ordenado, crea tus propios hábitos y ponte fechas límite para evaluar cómo van yendo las cosas. El fenómeno del Efecto Pigmalión, también llamado Profecía autocumplida o Efecto Rosenthal te sorprenderá.

 

4. Entrenar la presencia:

Deja de escucharte cuando hablen otros. Todo eso es solo ruido. Atrévete a escucharles y construir sobre lo que ellos dicen. Si necesitas estar en silencio o reducir la velocidad de la conversación, hazlo. Si necesitas hablar más despacio, hazlo.

Haz todo aquello que te ayude a atender al otro o lo que ocurre. El artículo How to be someone people you love to talk to te ayudará a comprender cómo estar presente.

 

5. Entrenar la aceptación:

Para saberte parte de un todo, nada mejor que intentar cumplir retos que impliquen poco o ningún compromiso por parte de los demás pero mucho por parte de tí mismo para darte cuenta de que los resultados son sorprendentemente buenos.

Intenta luego lo contrario: cumplir compromisos que no dependan nada de tí pero mucho de los otros, y te darás cuenta del elevado número de fracasos que obtendrás.

Aceptar que solo tú eres responsable de lo que haces y eliges cómo te afectará la responsabilidad e otros, te ayudará a vivir mejor. El artículo de Jennifer Delgado Quien te enfada, te controla te ayudará a comprender el poder de la aceptación.

 

6. Entrenar la responsabilidad:

La mayoría de personas no es consciente de las consecuencias de sus actos. Ignoran inconscientemente las situaciones y posibles derivaciones de aquello que hacen. La responsabilidad de creer en algo es muy alta en el balance costes y recursos invertidos en la mayor parte de casos.

Para entrenar la responsabilidad considero que es necesario en primer lugar educarse en la finalización aceptable de las cosas. Esto es, entrenar la persistencia (ya hemos visto cómo hacerlo en un punto anterior). En segundo lugar es necesario partir de lo posible y no de lo deseado. El modelo de cambio razonable es una clara guía para logar resultados en este sentido.

 

7. Entrenar la autocrítica:

El entrenamiento más certero para mejorar nuestra capacidad de autocrítica es el cuestionamiento. Como muchas personas parten de un cuestionamiento propio muy limitado, para entrenar la autocrítica recomiendo especialmente preguntar a los demás sobre las decisiones que adoptamos. Es decir usar las opiniones de los demás para empezar a ver cuál es nuestro verdadero sitio y partir de él.

  • En una primera fase de INFORMACIÓN es muy útil preguntar a los demás por su opinión acerca de las decisiones que ya hemos adoptado. Esto contribuirá a crear elementos de juicio que serán la base de futuras conductas propias.
  • En una segunda fase de FORMACIÓN es más recomendable preguntar a los demás antes de tomar nuestras decisiones de una forma respetuosa y sin caer en la exageración. De esta forma hacemos que el resto de personas se sientan valoradas.
  • En una tercera fase de MADUREZ, deberíamos ser lo suficientemente maduros como para tener un criterio poder para saber cuándo debemos preguntar a las personas antes y/o después de nuestras decisiones.

 

8. Entrenar el aprendizaje:

Debido a que la sociedad actual está basada casi en exclusiva en intercambios de servicios entre especialistas, las personas corren el riesgo de olvidar que pueden aprender algo más de lo que saben. Varios ejercicios te ayudarán a aceptar con humildad esta realidad.

  • El primero de ellos consiste en intentar resolver un problema matemático que estudiaste en el colegio p.e. en 2º de B.U.P. Esto te demostrará que el cerebro humano es adaptativo y elimina por completo aquello que no es útil, por lo que es necesario refrescar aprendizajes continuamente.
  • El segundo de ellos consiste en intentar hacer algo que frecuentemente no hagas y haga otra muy bien otra persona con la que convivas. p.e. si no sueles cocinar, intenta hacerlo; si no sueles planchar, intenta hacerlo. Ejercicios tan sencillos te mostrarán como el cerebro humano puede aprender con agilidad cosas en tiempo récord.
  • El tercer ejercicio consiste en que veas este video que mi compañero Alberto Barbero compartía con la red hoy mismo.

 

9. Entrenar la certeza:

El entrenamiento en certeza es similar al entrenamiento en autoafirmación. Mi entrenamiento favorito en procesos de acompañamiento con personas y equipos está basado en técnicas de silencio, meditación y consciencia. Una dinámica corporal muy buena consiste en mantener conversaciones guiadas por una cuerda que une tan solo aquellas intervenciones poderosas.

Otra dinámica que he empleado con gran éxito a lo largo de estos años formando a personas consiste en mantener una atención selectiva basada en el silencio y la palabra ante intervenciones poco significativas y muy significativas respectivamente. Este premio logra que el resultado y la conducta de los equipos cambie de forma extraordinaria.

 

10. Entrenar la compasión:

Recientemente en una conversación con unos amigos hablábamos de temas sociales harto complicados y por lo general polémicos. Uno de mis amigos comenzó opinando sobre el tema con gran vehemencia. Su energía logró las simpatías de todos los asistentes menos de la mía.

Yo estaba de acuerdo con él pero además por mi experiencia contaba con mi criterio propio sobre lo que opinaba la gente que no estaba de acuerdo con nosotros. Planteé que estaba de acuerdo con la idea y que contaba con mi plena simpatía y además expuse por qué creía que algunas personas de la sociedad fuera de aquella mesa no pensaban igual, añadiendo que era útil contar también con esas opiniones y perspectivas.

A medida que avanzaba la conversación, mi amigo aumentaba su vehemencia tratando de convencernos de que otras opiniones no eran válidas en absoluto, hasta llegar incluso a menospreciar a aquellos que no pensaban igual. De forma progresiva y a medida que hablaba todos los miembros de la mesa fueron situándose en su contra aún pensando como él.

Paradójicamente todos acabaron estando en desacuerdo con su opinión. Esta anécdota y otras me hace creer que una forma de entrenar la compasión es tratar de comprender al otro y partir de sus necesidades e inquietudes, y no de las nuestras. Para ejercitar esto resulta muy práctico vivir realidades ajenas a la nuestra, experimentar de forma real la vida de otros o atrevernos a salir de nuestro itinerario diario

 

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Posted by David Criado

on Jul 20, 2015

 

David Criado

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